Los bebés cabezones son más inteligentes

 ciencia

Un estudio científico de la Universidad de Edimburgo (Hagenaars et al., 2016) ha descubierto que existe una relación entre diversos rasgos de salud y las capacidades cognitivas, y que esta relación está mediada por la genética.

Entre estos hallazgos se encuentran que hay una relación positiva entre la circunferencia de la cabeza de un infante, el volumen intracraneal y capacidad cognitiva de la infancia. Es decir, cuanto mayor sea el cráneo de un bebé, mayores serán sus capacidades intelectuales.

Cuanto más inteligente seas, más sano estarás


Hay una correlación positiva muy clara entre inteligencia y salud. Cuanto más inteligente sea un individuo, más conductas de salud realizará y menos enfermedades padecerá.

El funcionamiento cognitivo se asocia positivamente con una mayor longevidad y menor morbilidad física y psiquiátrica, y se asocia negativamente con muchos factores e índices cuantitativos de riesgo de enfermedad.

También se reconoce que un menor logro educativo está asociado con resultados adversos en la salud. El logro educativo se ha utilizado como un sustituto exitoso de la capacidad cognitiva en la investigación genética.

Un estudio con gemelos indicó que la asociación entre una mayor función cognitiva y una mayor esperanza de vida se debieron principalmente a efectos genéticos comunes. Es decir, ya desde el nacimiento una persona está predispuesta a ser inteligente y tener una vida saludable gracias a sus genes.

Cuanto más grande tengas la cabeza de bebé, mejores notas sacarás


También se han observado correlaciones muy altas entre la capacidad cognitiva en la infancia y el logro académico.

Respecto al tamaño de la cabeza, la variable de logros académicos tiene una correlación positiva baja (0’25) con la circunferencia de la cabeza del bebé, y una correlación positiva media (0’44) con el volumen intracraneal. Esto quiere decir que existe una relación entre ambas variables, pero no es muy alta. El 25% de los bebés con un perímetro craneal alto y el 44% con mayor volúmen craneal obtiene mejores logros académicos.

También se ha observado relación entre en razonamiento verbal-numérico y el volumen intracraneal de 0’25. Es decir, el 25% de los niños que tienen un gran volumen intracraneal también poseen mayores habilidades de razonamiento verbal-numérico.

Estos resultados demuestran una relación entre el tamaño del cerebro, la capacidad cognitiva y el logro educativo. Además, un mayor volumen intraraneal y una mayor circunferencia de la cabeza del infante también se asociaron significativamente con una mayor probabilidad de un título universitario.

Sin embargo, no se puede saber si fue primero el huevo o la gallina. Es decir, no se sabe si un bebé tiene una gran cabeza porque es inteligente, o si es inteligente porque es muy cabezón. Este estudio no muestra una causalidad directa, solo una correlación entre dos variables.





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